Para aprovechar el fin de semana, teníamos que completar el mascún superior con otro cañón. Y en este caso repetimos los oscuros de Balces.

En principio teníamos un poco de miedo a que bajase muy fuerte ya que había llovido días atrás, pero tras ver que el mascún superior tenía un caudal normal, pensamos que con los oscuros pasaría igual.

Y no nos equivocamos. El caudal fue muy muy similar a la primera vez que lo hizimos, eso si, la pista de acceso estaba un poquito peor.

Tengo que reconocer que me encantó el descenso. Creo que es uno de los cañones que más me han gustado, junto con el del salto del carpín. Es muy acuatico y el primer caos es una pasada. Sin contar con la travesía estrecha. Una zona a la cual será dificil encontrarla un parecido en otra parte. Sin lugar a dudas un cañón más que recomendable.

Comentar que el sifón que hay en mitad del cañón no estaba sifonado del todo y no fue ningún problema. Estuvo muy chulo. Y la cascada final tampoco tenía nada de especial, por mucho remolino que se diga. Aunque eso no quita que con más agua se ponga delicado.

En cuanto al paso sifonado del final, que no conocía. Estuve buscandoló y al final lo encontré pero no me atreví a pasar (lo siento, soy debil :-)). Había mucha espuma/corriente y no se veía nada. Además me sentí super inutil con el neopreno como para tener que pasar buceando por el paso, a casi un metro de profundidad (se flota demasiado). Quizás la próxima vez…

Y poco más. Me temo que volveré alguna otra vez, pero espero que con más agua la próxima…