Tras volver de nuestro intento de trekking nos encontramos en Pokhara con varios días por delante hasta que volviesen Lara y Rocío del trekking.
Después de toda la India y luego el intento fallido de trekking decidimos intentar que el resto de las vacaciones fueran más de placer, intentando irnos de allí con un buen sabor de boca.
El día 18, el siguiente de volver, nos lo tomamos con mucha tranquilidad y nos dedicamos a recorrernos todas las tiendas, tanteando y regateando duro en todas y cada una de ellas pues teníamos pensado comprar algunas cosas y nos queríamos asegurar de intentar sacar el mejor precio posible. También estuvimos dando una vuelta por la zona del lago.
El día 19 nos decidimos a alquilar una scooter para poder movernos más fácilmente. La moto nos costo 550 rupias (5,40 €). Lo más caro fue la gasolina que costaba poco menos que en España.
Con la moto nos fuimos a los lagos de Begnas, y resulto que elegimos el día más lluvioso para pillar la moto así que nos pusimos finos y de camino a los lagos llegamos a parar debajo de un tejado porque estábamos calados. Íbamos con un chubasquero pero no nos cubría las piernas.
Dimos una vuelta por la zona de los lagos y nos volvimos a Pokhara, mojándonos de nuevo.
El conducir la moto daba un poco de miedo porque conducen a base de pito y la ley del más grande, además de conducir por la izquierda. Así que con nuestra scooter éramos los más pringados de la carretera. Por suerte no había mucho tráfico.
Después nos fuimos bordeando el lago de Pokhara unos kilómetros por una pista que la moto se las vio un poco mal.
Fuimos a comer a un antro que había al lado del hotel pero que por 150 rupias (1,40 €) comías como un rey una comida riquísima. Y después de esto fuimos a ver las Devi’s Falls y un templo que hay enfrente suya. Las cataratas nos parecieron una pasada, incluso para nosotros que estamos acostumbrados a grandes cascadas. En cuanto al templo…esta metido en una cueva que en su parte mas baja llega a la base de la cascada, pero no pudimos bajar por estar inundado.
Y para acabar el día subimos a una pagoda que hay enfrente de Pokhara. La subida la hicimos por un camino que salía poco después de las Devi’s Falls. Era un camino de tierra en malas condiciones. Pues terminamos subiendo con la moto, eso sí, a veces no podía con los dos y se tenía que bajar Patri, y yo no me explico cómo no pinchamos 20 veces. Menos mal que el dueño de la moto me dijo que no la metiese por sitios malos…
Con muchos esfuerzos y Patri un rato andando llegamos a la pagoda. Después nos enteraríamos que hay una pista en mucho mejor estado que sube y que salía más adelante. Desde la pagoda unas vistas fantásticas, la pena es que el día no acompañaba.
A la bajada de la pagoda el motor de arranque de la moto dejo de funcionar. La arrancamos con una patada y fuimos directos a dejarla. Por suerte no se dio cuenta el dueño.
Al llegar a Pokhara pudimos ver tímidamente las montañas. El Machapuchare se dejaba ver entre nubes.
El día 20 lo dedicamos a conocer la parte vieja de Pokhara. Nos fuimos andando y prácticamente rodeamos el pueblo a patita. Un palizón, pues es bien grande. Estuvimos por la zona de «Vieja Pokhara» en donde había mercadillos y a la vuelta nos pateamos entera toda la zona pegada al lago. Encontramos una heladería que ponían unos batidos baratos y que estaban de muerte.
Vimos muchos niños. Todos muy guapetes. He de decir que mucho más que los indios, no sé si será por los rasgos orientales que tienen. Venían a pedirnos hacerse una foto con nosotros para luego verla en la cámara. La verdad es que eran muy agradables y no venían a asaltarte para pedir dinero.
Por la tarde alquilamos una barca y estuvimos surcando las aguas del lago. Unas aguas bastante limpias y en las que incluso algún valiente se bañaba.
Ya por la noche con el estómago de Patri a pleno rendimiento fuimos a por carnaca. Nos metimos en uno de los mejores restaurantes que vimos. Era un sitio muy romanticón que nos habían recomendado. Pedimos el especial especialísimo, el plato más caro, tirando la casa por la ventana 😉
Nos costó unos 5,50 € cada plato, que era un chuletón que te lo traían todavía haciéndose, en un bonito plato, con algo de guarnición. La carne era búfalo, allí la vaca es sagrada. Y de postre un brownie. Nos pusimos como unos reyes pidiendo lo más caro, por unos 18 € los dos. Eso sí, pedimos agua. El vino cuesta lo que aquí y la cerveza es cara.
El día 21 vino a despertarnos el chico del hotel sobre las 5:30 de la mañana. La razón es que había despejado y se veían las montañas bastante bien. La verdad es que se porto de miedo durante todos los días que estuvimos. Lástima que no tenemos el nivel de inglés como para estar de cháchara con el porque le encantaba hablar con todo el mundo. Este era el dia en que Lara y Rocio deberian estar en el campo base con lo que habrian tenido mucha suerte.
Así que nada, hicimos alguna foto entre tejados de las montañas, y el resto del día lo dedicamos a perrear y a hacer las compras que nos quedaban. Compramos un saco de plumas «Nort Face», de la mejor calidad que tenían, por 6600 rupias (unos 64 €). La verdad es que el saco tiene una pinta fantástica. A ver si lo probamos este invierno. También cayó una chaqueta de Goretex «Salewa» que de nuevo tenía una pinta magnifica y que tras usarla un par de días parece haber sido una gran compra. Costo unos 20€.
También compramos cosas menores. En general todas las falsificaciones me parecieron de una calidad bastante buena. Ya veremos lo que aguantan las costuras de las cosas, pero por lo que costaba creo que merece mucho la pena. Eso sí, tuvimos que regatear un montón. El saco por ejemplo que lo sacamos por 6600 rupias, nos pedían en algunos sitios 100000 rupias e incluso más.
El precio de salida lo marca tu nacionalidad. A un japonés por ejemplo le pedían mucho más que a un Español. Tienen claro el nivel adquisitivo de cada uno. Luego a partir de ese precio hay que pelearlo. A nosotros nos funcionaron bien dos técnicas. La primera es la de decir que has visto el mismo artículo por un precio X en otra tienda, buscando que te lo bajen a ese precio. Y sobre todo lo que nos fue bien es tras pelear el regateo todo lo que nuestra paciencia nos deje, el decir que es un poco caro e irte de la tienda. En cuanto ponías un pie en la acera ya tenias una oferta mejor o por el precio que habías estado peleando. La verdad es que dimos muchas vueltas, jeje
El día 22 volvimos a coger la scooter. Habíamos estado viendo que la moto la alquilaban así que parece que no nos la habiamos cargado. De nuevo coincidió el coger la moto con que lloviese, aunque en este caso menos.
Nos fuimos a un refugio tibetano que hay a la salida de Pokhqra, camino de Phedi. Al llegar salio un chico de unos 16 años con su tipica tunica naranja. Muy amablemente se ofrecio a enseñarnos el templo.
El pobre se dirigía a mi todo el rato pero mi casi nulo nivel de ingles no era suficiente para entenderle y fue Patri quien le iba entendiendo. Una pena por mi parte…
Durante unos 40 minutos nos enseño su maravilloso templo, lleno de unas pinturas y unos colores increibles. Nos encanto.
Al terminar fuimos a la oficina del gestor del refugio en donde nos invitaron a té y unas pastas y nos estuvieron contando un poco como estaba actualmente la situación de los tibetanos, y sus problemas con China. Hicimos una donacion para el refugio y nos invitaron a quedarnos y comer con ellos. No lo hicimos ya que queríamos ir a otro sitio. Yo tampoco me encontraba muy comodo porque al chaval no le entendia nada, jeje. Pero hubiese sido fantastico quedarse a comer.
De ahí nos fuimos al mirador de SarangKot pero como el día estaba muy feo pues tuvimos unas vistas muy malas, incluso lloviendo algo.
De vuelta en Pokhara fuimos a por unos batidos y al volver al hotel nos encontramos a Lara y Rocío que habian vuelto. Habian subido en tres dias y bajado en dos, permaneciendo uno en el campo base del Annapurna.
Venían muy cansados, sobretodo Rocio, pues habian vatido todas las previsiones de tiempo. Ademas tuvieron mucha suerte y disfrutaron de muchas horas de un tiempo esplendido, justo cuando estaban en el campo base del Annapurna (ABC).
Su parte de la historia no me la sé cómo para relatarla. Si alguno de los protagonistas se anima a escribir una crónica… lo que sí que pongo son algunas fotillos suyas.
Por la noche fuimos a cenar otro chuleton para celebrar su éxito.
El dia 23 lo dedicamos a ir a visitar el museo de la montaña de Pokhara. Un museo enorme sobre las grandes cimas del Himalaya y sus primeros alpinistas.
Y el resto del dia fue para que ellos terminasen de hacer sus compras y poco mas.
Al dia siguiente cogimos el autobus de regreso a Katmandú.