Ascensión al Aneto

Este puente de Mayo el destino ha sido el pirineo aragonés y la sierra de Guara. Salimos el viernes del trabajo, y escopetados (como siempre) partimos rumbo a Benasque, al camping Aneto. Montamos la tienda y a dormir que nos esperaba una dura jornada.

A las 5:00 AM, tras dar muchas vueltas en el saco, nos vestimos y rumbo al Aneto, el tercer pico más alto de España, con sus 3.404 m de altitud.

A las 6:00 AM estabamos con las botas puestas y empezando a andar. Era de noche y salimos con los frontales, aunque enseguida empezó a hacerse de día y empezamos a ver mejor donde poníamos las pezuñas.

A partir de aquí nos esperaban 1.600 metros de desnivel hasta la cumbre, y unas 11-12 horas andando hasta que estuviesemos de vuelta en el querido coche.

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La subida enseguida se convirtió en una romería de personas, como un caminito de hormigas, que se dirigían al mismo lugar. Unos con esquís de travesía, otros con tablas de Snow Board y otros, como nosotros, con botas simplemente.

Al cabo de unas 3 horas llegamos al portillón superior, que nos dió acceso al glaciar del Aneto, el cual tenía mucha nieve y realmente no se veía el glaciar, era simplemente una loma inmensa de nieve.

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A partír de aquí parecía que el camino era más suave, pero no, se convirtió en una cuesta leve pero constante por la que andamos durante otra hora y media aproximadamente. Una auténtica paliza.

Tras este paseo llegamos al collado de Coronas, desde el que solo nos separaba una cuesta bastante inclinada y unos 150 metros de desnivel hasta la cima. Estos últimos metros fueron duros ya que se empina mucho, sobretodo los últimos 20 metros.

Tras esta cuesta llegamos al famoso paso de Mahoma. El cual es una especie de “pasillo” de bloques de piedra, en el cual no hay lugar a un resbalón ya que por cada lado hay una caida de varias decenas de metros, que resultarían mortales. Dicho paso tiene 1 metro o poco más de ancho y hay que ir con cuidado, sobretodo si nos encontramos con gente en dirección contraria (que nos encontramos). Pero bueno, si se va con cuidado no tiene dificultad, solo el miedo que puede dar.

Y bueno, por fin la cumbre. El tiempo perfecto. Unas vistas maravillosas de todo el pirineo, y un manto de nubes encima de todo Francia. Era realmente bonito. Por más fotos que hizimos (y hay unas cuantas), es imposible captar la sensación de estar ahí arriba, y las vistas tan maravillosas de que disfrutamos.

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Aquí teneis una vista en 360º desde la cumbre:

Tras las respectivas fotos, media vuelta y pábajo. La bajada, como es lógico fue mucho más rápida, aún así el retorno hasta el portillón se hizo largo, muy largo. Después pasamos al otro lado, y devido a que la nieve estaba muy blanda nos permitimos el terminar de descender, tirandonós de culo, literalmente.

La pendiente era muy pronunciada con lo que en muchos sitios te sentabas y como si fuesemos en un trineo. Así bajamos muchos metros y nos reimos un montón, grabandonos en video, mientras dabamos revolcones por la nieve. La gente que pasaba a nuestro lado flipaba con nosotros.

Al final al cabo de un buen rato llegamos al refugio de la renclusa, nos paramos junto al rio y estuvimos comiendo y reponiendo fuerzas. Despúes terminamos de llegar al coche. Serían las 17:30. Nos quitamos las botas que pesaban unos 20 kilos ya cada una (o eso parecía), y nos tumbamos en las maravillosas praderas que había, un buen rato. Luego al coche y vuelta al camping que al día siguiente nos esperaba otro paseito.

Galería de Fotos La subida enseguida se convirtió en una romería de personas, como un caminito de hormigas, que se dirigían al mismo lugar. Unos con esquís de travesía, otros con tablas de Snow Board y otros, como nosotros, con botas simplemente.

Al cabo de unas 3 horas llegamos al portillón superior, que nos dió acceso al glaciar del Aneto, el cual tenía mucha nieve y realmente no se veía el glaciar, era simplemente una loma inmensa de nieve.

A partír de aquí parecía que el camino era más suave, pero no, se convirtió en una cuesta leve pero constante por la que andamos durante otra hora y media aproximadamente. Una auténtica paliza.

Tras este paseo llegamos al collado de Coronas, desde el que solo nos separaba una cuesta bastante inclinada y unos 150 metros de desnivel hasta la cima. Estos últimos metros fueron duros ya que se empina mucho, sobretodo los últimos 20 metros.

Tras esta cuesta llegamos al famoso paso de Mahoma. El cual es una especie de “pasillo” de bloques de piedra, en el cual no hay lugar a un resbalón ya que por cada lado hay una caida de varias decenas de metros, que resultarían mortales. Dicho paso tiene 1 metro o poco más de ancho y hay que ir con cuidado, sobretodo si nos encontramos con gente en dirección contraria (que nos encontramos). Pero bueno, si se va con cuidado no tiene dificultad, solo el miedo que puede dar.

Y bueno, por fin la cumbre. El tiempo perfecto. Unas vistas maravillosas de todo el pirineo, y un manto de nubes encima de todo Francia. Era realmente bonito. Por más fotos que hizimos (y hay unas cuantas), es imposible captar la sensación de estar ahí arriba, y las vistas tan maravillosas de que disfrutamos.

Aquí teneis una vista en 360º desde la cumbre:

Tras las respectivas fotos, media vuelta y pábajo. La bajada, como es lógico fue mucho más rápida, aún así el retorno hasta el portillón se hizo largo, muy largo. Después pasamos al otro lado, y devido a que la nieve estaba muy blanda nos permitimos el terminar de descender, tirandonós de culo, literalmente.

La pendiente era muy pronunciada con lo que en muchos sitios te sentabas y como si fuesemos en un trineo. Así bajamos muchos metros y nos reimos un montón, grabandonos en video, mientras dabamos revolcones por la nieve. La gente que pasaba a nuestro lado flipaba con nosotros.

Al final al cabo de un buen rato llegamos al refugio de la renclusa, nos paramos junto al rio y estuvimos comiendo y reponiendo fuerzas. Despúes terminamos de llegar al coche. Serían las 17:30. Nos quitamos las botas que pesaban unos 20 kilos ya cada una (o eso parecía), y nos tumbamos en las maravillosas praderas que había, un buen rato. Luego al coche y vuelta al camping que al día siguiente nos esperaba otro paseito.

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