Tras el inicio de temporada medio light, miramos más alto.
El destino fue el Monte Perdido. Con sus 3.355 m de altitud es uno de los picos más altos de España, situado en el parque de Ordesa, en los pirineos.
Salimos el sábado por la mañana sobre las 7:15 de Madrid dirección Zaragoza, Huesca, Sabiñanigo, Biescas, Torla y por fín el parque de Ordesa.
Fue un buen paseito de unas 5 horas y pico. Aparcamos el coche en el parking de Ordesa (1.310 m) sobre la 1 menos algo del medio día.
Nos zampamos un par de tortillas y unos filetes y nos pusimos en marcha, que teníamos un largo camino.
Nuestra idea era subir hasta la cola de caballo por la senda de los cazadores pero había una cinta cortando el paso, seguramente devido a que hacía mucho viento y había nevado un par de días antes y estaría muy peligroso. Así que subimos por el valle.
Subimos a muy buen ritmo y enseguida llegamos a la cola de caballo (1.850 m) desde la que ya se contemplaba nuestro objetivo.
Salbamos el desnivel de la cascada por las famosas clavijas, las cuales son un paseito ya que a lo largo de toda la subida (son unos metros) hay una cadena bien gorda a la que agarrarse.
Después de acceder a la parte alta de la cascada nos pusimos en rumbo hacia el refugio pero no había casi huella y al final nos terminamos despistando y nos fuimos demasiado al oeste, dirección a la brecha de roldan, y luego nos tocó subir un poco por donde pudimos hacia el refugio Goriz, en donde nos esperaba un colchon.
Llegamos al refugio (2.160 m) sobre las 6 y poco de la tarde. Dejamos las cosas en la taquilla y nos acomodamos como buenamente pudimos, ya que estabamos destemplados devido a que llegamos con la ropa bastante humeda del sudor,y tuvimos que esperar a que se nos secase encima con nuestro propio calor.
Al rato cenamos, más o menos a la misma hora que dieron la cena en el refugio, las 7 de la tarde…. excesivamente pronto. Y poco más… una cervecita y a la cama pronto ya que había poco que hacer y en la calle no se podía estar ya que había mucho viento. Toda la subida hacia el refugio fue con un buen ventarrón.
La noche la pasamos acompañada de un gran concierto de silbidos procedentes del viento que soplaba fuera.
A la mañana siguiente nos levantamos poco antes de las 7. Nos hubiera gustado salir antes pero habíamos reservado desayuno en el refugio y este lo daban a partir de las 7 de la mañana. Muy tarde en mi opinión.
Desayunamos…. un colacao/cafe, 2 madalenas y dos panes de leche con su respectiva mantequilla y mermelada, por 4,50 €….. carito pero bueno, no hay que olvidar que estamos en un refugio… que no es el bar de la esquina.
Salimos fuera y nos encontramos con un día explendido, sin una sola nube, solo estropeado por una gran viento que sigue soplando. Nadie se decide a nada, todo el mundo dando vueltas esperando a ver que hacen otros. Muchos deciden abandonar y bajan de nuevo hacia el coche…
Visto lo visto y con el recuerdo del palizon que había sido llegar hasta el refugio decidimos intentarlo. Nos equipamos y tiramos para la cumbre. El principio es muy confuso ya que no había ni camino ni huella ya que había mucha falta de nieve. Vamos subiendo, muy perdios sin saber muy bien cual podría ser el mejor camino. En esto vemos que 2 parejas más se han animado y nos siguen…
Decidimos esperarles y que nos orienten un poco respecto a como llegar mejor a la canal que sube hacia el perdido. Al final nadie lo tiene muy claro y subimos por donde pillamos.
Una vez que subimos unos 300 metros por encima del refugio y empezamos a introducirnos en la gran canal,el viento empieza a cesar y finalmente deja de soplar. Parece que el viento que notabamos en el refugio no era muy real y era más bien producido por por estar un poco en una zona en donde se encajona el viento. Aún así en la cumbre parece hacer viento…
La subida una vez llegada a la canal se hace más clara y además ahora vamos siguiendo la huella de los que esperamos, que resulta que llevan un ritmazo y nos van sacando cada vez más terreno…
La subida la hizimos bastante lenta, además perdimos un buen rato al principio por no saber muy bien por donde subir. A las 3 horas más o menos llegamos al final de la gran canal y giramos hacia el Este para encarar la canal final que lleva a la cima. Aquí la pendiente se hace más pronunciada y la cuesta final (la escupidera) se vé muy muy empinada. Adelante…
Al llegar a la escupidera, breves comentarios de que pasaría tras un resbalón/tropezon, lo que nos hace ponernos alerta e ir con cuidadito. Este es el sitio con más mortalidad del pirineo. Se trata de una pala de nieve muy pronunciada, tanto verticalmente como lateralmente. El final de dicha pala es un cortado que no parece muy acogedor…
Tras un último esfuerzo y con las piernas ya que empezaban a no reaccionarnos llegamos a la cumbre. Cual es nuestra sorpresa cuando nos encontramos con que en la cumbre (3355 m) no hace casi viento, excepto alguna racha aislada. Comemos algo unos metros antes de llegar a la cumbre y luego en ella sesión fotográfica de rigor. Acompañado de un ratito sentados contemplando las maravillosas vistas de las que nos brinda el día y la altura. serían las 12 del medio día.
Tras esto cogimos aire y nada, para el refugio y posteriormente el coche, que teníamos que bajar 2200 m de altitud, «ná más».
Los primeros 1200 m hasta el refugio nos los quitamos en 2 horas. Después descansamos un rato en el refugio, comimos, una cocacola para reponer fuerzas y después continuamos bajando. Al llegar al refugio el viento volvio a soplar con ganas…. una pena para toda la gente que pensó que iba a hacer peor día y no intentaron subir.
Sobre las 6-6:30 de la tarde estabamos en el coche ya, con una bajada a un ritmo de competición a nuestras espaldas. Recogimos y para Madrid que aún nos quedaba un largo camino.
Un gran fin de semana que pillamos un buen tiempo que pocas veces se vé, y que pudimos disfrutar de unas vistas únicas.