Demasiadas salidas en plan romería y pocas a hacer algo serio. Ese es el balance de nuestras últimas salida pero bueno… es lo que hay, y tampoco está mal.
En este caso tocó el circo de Gredos y con un buen grupo de gente.
A las 6:30 AM quedamos en una gasolinera en la carretera de la Coruña. Con una puntualidad asombrosa nos juntamos allí las 15 personas que habíamos quedado para pasar el fin de semana por los altos cerros de Gredos. De las 15 unas 10 eran completamente novatas en esto de «brincar» por las montañas nevadas.
Sin entretenernos mucho salimos pitando para Hoyos del Espino, parando en el penúltimo pueblo a desayunar, como empieza a ser tradición.
A las 9:30 estábamos en la plataforma preparados para salir. El día prometía ser fantástico con un cielo completamente despejado y el refugio prometía estar hasta arriba ya que el aparcamiento estaba hasta la bandera.
Había menos nieve que los años pasados y el primer tramo empedrado estaba prácticamente libre de hielo y nieve, no como en otras ocasiones. Aún así hubo alguna caída por pisar hielo, pero nada grave.
Avanzamos hasta el refugio rodeados de mucha más gente que también aprovechaba en fantástico fin de semana que se nos presentaba, y a un ritmo bastante mejorable llegamos al refugio a las 12:30.
Descargamos las mochilas del equipo no necesario y comimos algo. El objetivo del grupo era subir al Casquerazo, como ya hicimos el año pasado. Yo por mi cuenta y riesgo decidí aprovechar el día para ir de exploración a alguna zona nueva. El objetivo era ir al Ameal de Pablo.
Había buscado bastante por internet pero no había visto información sobre este pico en invernal. Bastantes fotos en veranito pero nada con nieve. Sabía que en verano la parte final es delicadita con algunos pasos expuestos con lo que suponía que en invierno sería mucho más complicado, y no me equivocaba.
Dejé a todo el grupo terminando de coger fuerzas con sus bocatas y me puse a andar en dirección al Ameal De Pablo. La idea era subir por la canal de los geólogos, rodear el Ameal de Pablo por detrás y así llegar al collado que separa el Ameal de Pablo y el Risco Moreno.
Según voy ganando altura el sol pega ya con todas sus ganas y me sobra toda la ropa así que me quedo en manga corta para ponerme morenete. A mitad de camino me empieza a quedar a mi derecha una canal muy pronunciada que sube hacia el Cerro de los Huertos (¿alguien sabe como se llama?) por la que veo a 3-4 personas subiendo y empiezo a barajar la opción de cambiar los planes y subir por aquí yo también. Al fin y al cabo veo casi imposible que pueda subir al Ameal de Pablo (voy solo y sin cuerdas ni ningún tipo de seguro) y esta canal tiene una pinta magnífica. Si… no….¿Qué hago?.
Según lo voy pensando sigo andando y…. que demonios, he venido de inspección así que sigo adelante que llevo mucho tiempo con ganas de acercarme al Ameal de Pablo.
Ahora estoy ya muy cerca de la canal de los Geólogos y veo la Canal Negra que sube a su derecha y que lleva directamente al collado que hay entre este pico y el Risco Moreno. De nuevo las dudas… ¿subo por los Geólogos o por la Canal Negra?. Los Geólogos la conozco y veo gente subiendo, la otra tiene una pinta muy chula pero no se si se podrá subir bien. Me acerco más aún y veo que no hay ni una sola huella que suba por esta canal así que de momento me dejo de experimentos y subo por los Geólogos.
Voy a muy buen ritmo y me pongo a subir la canal muy rápido, cogiendo a las personas que llevaba delante. Poco a poco se empieza a empinar (si, es tan empinada como la recordaba) y el tramo final coge unos bonitos 60-70 grados, que se suben bien por el buen estado de la nieve.
Al llegar arriba aparece frente a mi el cuchillar de Ballesteros y tras avanzar un poco la Galana a su derecha.
Sigo rodeando por detrás el Ameal de Pablo intentando no perder altura mientras veo como todo el mundo que hay por allí viene o va a la Galana.
Tras rodear casi completamente el pico veo su cara Oeste, la cual me deja bastante sorprendido. Está completamente helado todo, con una pinta muy muy chunga. Además es ya tarde y empiezan a haber desprendimientos de nieve y pequeños cascotes de hielo tanto del Ameal de Pablo como del Risco Moreno. Además he rodeado demasiado alto el pico y me encuentro sobre unas rocas completamente heladas que no puedo superar y la canal que me llevará hasta el collado que hay entre ambos picos unos metros más abajo. Mierda !! Así que nada, media vuelta y a descender unos metros hacia el valle que se forma entre la Galana y el Ameal de Pablo.
Tras descender estos metros me encuentro al comienzo de la canal y no se ve una sola huella en muchos metros a la redonda. Por aquí no viene nadie !! Bueno, pues abriremos huella.
Fuí avanzando, intentando no arrimarme a ninguno de los dos picos por los pequeños cascotes que caían (no llevaba casco) y abriendo huella en una nieve en unas condiciones un poco malas. Había una costra de 1 cm de hielo y debajo nieve polvo. Andar era complicado pero sobretodo tenía miedo de que un trozo de ladera se fuese conmigo para abajo así que fui todo lo pegado que pude a las rocas de la izquierda que asomaban por el camino, ya que serían «puntos seguros».
Los últimos metros se empinaban mucho y en algunos momentos era hielo puro en el que mis crampones de travesía se quedaban un poco cortos así que me lo tomé con tranquilidad y a base de patadas y clavando con el piolet en un par de momentos fuí subiendo por esta estrecha canal hasta el collado.
Una vez en el collado (y con el esfínter ya relajado :)) tenía a un lado el Risco Moreno y al otro el Ameal de Pablo. Estaría a unos 30 metros por debajo de sus cumbres pero subir me pareció imposible, o por lo menos en el plan que iba. Toda la roca estaba cubierta de una película de hielo que asustaba mucho. No me atreví a acercarme mucho y verlo bien por el tema de no llevar casco, pero aunque hubiésemos ido Lara y yo, con cuerdas, cascos y metiendo algún seguro…. hubiese sido jugársela bastante. Yo lo vi muy chungo la verdad.
Bien, ya he echo las fotos de rigor. ¿Ahora por donde bajo? Desandar el camino no me hacía ni pizca de gracia porque la verdad es que había pasado un poco de miedo porque la nieve estaba muy mal y a parte de muchísimo hielo temía por un posible alud. Por el otro lado tenía la canal Negra que antes había desestimado para subir y la cual tenía una nieve en buena pinta.
Tras unos minutos de vacilación me decanté por bajar por la canal Negra, que baja paralela a la canal de los Geólogos ya que me parecía mucho más segura y además no la conocía.
Fui bajando muy bien con una nieve en buen estado, dentro de lo que se podía esperar a las 14:30 de la tarde un día de pleno sol. Que bien he elegido, una vuelta cómoda !!
…hasta que llegué a la mitad más o menos en donde la canal se empinó repentinamente y coincidió con que se encajonaba un poco más y no le daba el sol.
Resultado: Una canal de unos 60-70º de nieve dura/hielo ante mí…. iuuuju !!!
La verdad es que la bajada fue un poco infierno porque la nieve estaba muy dura y estaba muy vertical así que lo de bajar «de cara» era inviable. Así que nada, 180º y a bajar mirando a la pared, como bajando una escalera. Todo esto con mucho cuidadito porque solo llevaba un piolet. No es que fuese excesivamente peligroso pero bajar así es incomodísimo y el tener solo un piolet me hizo ir más prudente así que tarde un buen rato en descender la canal. Subirla hubiese sido mejor !!
Una vez pasado el mal rato llegué al comienzo de la canal de los Geólogos y desde ahí ya un camino fácil hasta el refugio Elola.
Mientras, veía al fondo (y hablaba por Walki) con Patri y el resto del grupo que estaban llegando a la cumbre del Casquerazo. Habían salido muy tarde ya que habían tenido problemas con algún crampón (alquilado) que se había roto y habían apañado con alambre.
Un vez en el refugio me tumbé en la roca libre más cómoda que encontré y me comí un buen bocata mientras veía como las «hormiguitas» terminaban de subir el Casquerazo. Eran las 15:00 h y poco después llegaban dos integrantes del grupo que con subir hasta la mitad habían tenido bastante y se habían vuelto.
En pocos minutos el sol se escondía tras el cuchillar de las Navajas y el refugio y la laguna quedaban inmersas en la gélida sombra, así que tocó retirada al refugio donde tomamos un rico caldito.
En un par de horas regresó el resto del grupo del Casquerazo, donde habían tenido problemas con otros dos crampones (increible) y…. hay que decirlo, subieron a la cima todas las chicas que iban y solo dos de los chicos. El resto no tuvieron «ganas» de pasar por la arista cimera. Si es que se está perdiendo el macho Español….
Tras varias cervezas, nueces y galletas nos sirvieron la cena (lentejas y lomo como es costumbre en el Elola) y poco después nos fuimos a dormir.
El refugio lo cambiaron hace un tiempo y en vez de literas de dos alturas son literas de tres, muy claustrofóbicas ya que tienen una altura más que justita.
Tras la noche, en la que los nuevos en estos tipos hotel no durmieron muy bien, nos levantamos sobre las 7 y pico, desayunamos tranquilamente y nos preparamos para volver. A esas horas el refugio era una locura. Estaba lleno y todo el mundo en la zona de las taquillas haciendo las mochilas así que era casi imposible hacer nada entre tanto tí@, bastón y piolet.
A la vuelta hubo algunas personas que volvieron por el camino clásico de los Barrerones y nosotros subimos, como la vez pasada, por la canal de la Mina que sube hacia el Morezón.
La canal, al igual que todo el circo, tenía mucha menos nieve que la vez pasada y el camino tenía algún punto un poquito más entretenido por su estrechez, inclinación o grado de congelación.
Poco a poco fuimos subiendo todos hasta la mitad aproximadamente que la canal se subdivide en dos, haciendo una especie de «Y».
La última vez subimos por la izquierda, que es el camino que se ve más sencillo y menos inclinado. Casi todos siguieron ese camino excepto Patry, yo y un amigo de Lara, Nacho. Nacho tenía el orgullo dolido porque el día anterior no había echo cima (si, fue uno de los que les flojearon las piernas en el mixto cimero del Casquerazo) y quería hacer una cima para quitarse la espinita, en este caso el Morezón.