Para acabar un buen fin de semana embutido en neoprenos oliendo a río tras hacer el barranco del Furco y el barranco de Lapazosa, decidimos volver a ponernos en remojo haciendo Rafting, lo cual en mi caso era una experiencia nueva.

Contratamos con la empresa TTaventura un descenso por el río Esera.

Tras ir a su «base», como la llamaban, ponernos de nuevo unos neoprenos, casco, chaleco y escarpines nos montamos en una furgoneta y nos fuímos hacia el pueblo de Campo, en donde empezaríamos el descenso.

Cuando llegamos había otras agencias, pero entre que nos preparamos y tal salieron antes que nosotros (íbamos dos barcas) y bajamos tranquilamente solos.

Tras las respectivas clases de que hacer para no caerse y no estrellarnos nos montamos. Íbamos dos barcas ya que nos juntaron con otro grupo de 4 personas, y así fuímos dos grupos de seis personas, más los monitores.

El descenso estuvo muy divertido. El monitor estaba un poco zumbado y dos dio caña, haciéndonos perrerías llegando a volcar la barca y tragando agua por un tubo.

La verdad es que me lo esperaba más sosillo, pero me lo pasé muy muy bien, y no se me hizo nada corto. Desde que llegamos hasta que nos fuimos fueron como 4 horas, y de descenso un par de horas, o incluso más, lo que hizo que echáramos toda la mañana sin darnos cuenta.

Por suerte el tiempo nos acompañó y el sol nos acompaño prácticamente todo el rato.

Mientras bajabamos, una chica de la agencia iba por tierra haciendonos fotos, que luego pudímos comprar. Y esas son prácticamente todas las fotos que tenemos, excepto algunas que hizo Lara con su cámara mientras descendíamos.

Si no ocupase tanto una barca de esas me temo que terminaríamos con una en el garaje, jeje

[picasaView album=’2009.08.09 – Rafting’]