El día 8 de Agosto cogimos un tren a primerísima hora de la mañana en Jodhpur, con dirección Jaipur, la ciudad rosa y capital de Radjastán. El rosa es el color de la suerte en esa zona.
Teníamos billetes en el vagón cama. Están muy bien montados. Cada habitáculo tiene dos literas triples. De cada litera, las dos camas superiores se pueden abatir de manera que todo el mundo se puede sentar en las inferiores.
Nos dieron sabanas y cada cama tenía su lucecita y en medio de todas había enchufes para el móvil o lo que fuese. Además pasaron varias veces vendiendo te y comida.
La verdad es que el tren estuvo genial. Fuimos muy cómodos y durmiendo bastante rato.
Tras unas 5 horas llegamos a Jaipur. Nos bajamos y comenzamos a andar hacia el centro de la ciudad que no estaba excesivamente lejos. En el tren solo habíamos comprado alguna bolsa de patatas fritas ya que cuando paso alguien con algo más consistente estábamos dormidos. Esto unido a las ganas por coger un baño hizo que nos parasemos a mitad de camino en un Kentucky Fried Chicken, que era otro pequeño oasis, igual que el McDonald, en este mundo caótico.
Tras almorzar como unos campeones y pasar todos por su limpio baño seguimos camino hasta el centro de la ciudad con idea de hacer una ruta a pie que venía en la Lonely Planet.
El casco antiguo de la ciudad está rodeado por una muralla. Recorrimos toda la zona de bazares que hay en el centro de la ciudad; dentro de estas murallas. Son manzanas y manzanas de bazares. Las tiendas estaban agrupadas por zonas: especias, ropa, mármol, ferretería, etc…
Estuvo muy interesante el recorrer estos bazares con olores y colores que te asaltaban los sentidos. También veías el día a día de la sociedad india ya que estos no eran bazares turísticos sino sitios donde compraban las gentes del pueblo.
Tras dar una vuelta alrededor de estos bazares llegamos al palacio de los vientos, que es la imagen típica de esta ciudad.
Nos hicimos alguna foto y pasamos a una zona de calles interiores donde está el museo. No llegamos a entrar porque la entrada era cara y no parecía que nos fuésemos a perder demasiado.
Seguimos andando para terminar el recorrido que nos proponía la lonely planet. Después pusimos tranquilamente camino de la estación de tren pues teníamos que coger uno.
De camino paramos en una heladería a darnos un homenaje. Nos pedimos unos señores batidos, aunque nos entro la paranoia y le quitamos la fruta natural que traían, por si acaso…
De ahí seguimos en dirección a la estación. Por el camino tuvimos que hacer un alto debajo de unos soportales porque se puso a diluviar.
Desde ahí continuamos hasta la estación de tren.
Las estaciones de tren estaban llenas de gente por el suelo, en principio esperando al tren. Vimos una cosa muy chocante. En un país en el que todo está sucísimo y lleno de basura (y la estación de tren no era una excepción) había un hombre limpiando el andén con una maquina de esas que es como un cochecito y que van limpiando y encerando… resultaba raro ver limpiar con una maquina de esas un andén que estaba lleno de basura.
En esta ocasión fuimos sentados en un vagón con aire acondicionado. El vagón iba lleno de extranjeros. Nos sentíamos protegidos, como en casa :). Laos vagones de las clases más bajas parecían vagones de ganado. Todo el mundo apelotonado y con unas ventanas minúsculas y llenas de barrotes.
A mitad de camino el tren paro en un cambio de vías o un andén y allí estuvimos cerca de una hora con lo que llegamos con retraso.
Durante el viaje pasaban continuamente ofreciendo chai (te con leche), patatas y una especie de pipirrana que preparaban con mucho arte. Nos contentamos con el chai e intentamos descansar todo lo que pudimos en el viaje.
Un pensamiento en “[India] Jaipur, la Ciudad Rosa”