A falta de hobbies, y con ganas de meternos en más berenjenales, este fin de semana ha tocado iniciarse en la escalada. Mi compañero de locuras escalaba hace tiempo, y fuimos para que él retomase esta afición y yo me iniciase en ella.

Para ello nos acercamos a patones, lugar más que famoso en Madrid, en cuanto a escalada se refiere. Además la zona de escalada está justo al lado de la cueva del reguerillo.

Fuimos en plan dominguero, con las tortillitas de patata, la cerveza (que al final estaba caliente, por mi culpa [si no digo esto me matan 🙂 ]), y demás cosas. Mientras hizimos alguna vía. La más complicada una 6a (creo), que a mi me costó un poquito pero al final subí sin muchos problemas.

Al final muy contento ya que creía que se me daría peor, y con ganas de volver a darle más caña.